Me agrada bastante la palabra Catarsis, su etimología es bastante sabrosa, su historia más y es de esas palabras que gusto de investigar, incluirla en este proyecto como un capítulo no fue al azar, sin embargo no se si este subtema será realmente una Catarsis o es más bien un "escrito libre" más para desahogar pensamientos que alteran el alma y que no necesariamente van relacionados con gastronomía o viajes, alcanzar la purificación del espíritu en medio mi tragedia se me antoja utópico. En este capítulo de entradas bizarras el lector podrá sentirse incómodo, sobre todo si es una persona que ha tenido un contacto aunque sea superficial conmigo, para evitar incomodidades innecesarias evito el uso de nombres y ocuparé única y exclusivamente iniciales, seudónimos y algunos no corresponderán directamente con la persona, así mismo, me reservo para mi propio deleite, el carácter novelesco de mi redacción. Hoy, en la ciudad blanca, a unas pocas horas de enfrentarme a mí mismo, en lo que realmente sí es una CatarZis (si con Z), me pregunto algunas cosas íntimas e importantes; primero, si las razones que me impulsaron a viajar una vez más a Mérida no son las mismas que me impulsaron la primera vez, en aquel marzo de 2021, apenas hace 2 años pero yo siendo bien bebé emocional pero con un subsconsciente acérrimo y maduro, va relacionado con la constante búsqueda de mi libertad, esa travesía para alcanzar la libertad de espíritu y de acción, me pregunto si no ha llegado el momento de la vida en que hay que elegir, entre contemplar la hermosa vista del Regency Club, y dar lugar a la acción, me pregunto si no ha llegado el momento de hacerme hombre.
Es en esos momentos, donde he estado apartado de las ideas mas alineantes que no son mías, cuando el vino ha tenido mejor sabor, cuando la música se escucha mejor y cuando soy más feliz, es por eso que es momento de volver a Ziva Cancún, a inyectarme una dosis intensa de CatarZis, cuando no existía AYB, expectativas, decadencia, depresión, solo un sueño cumplido y mar, que curioso, el lugar donde si te descuidas te puedes terminar vaciando a tí mismo, sin embargo, no deja de ser mágico, sé que mi psicoanalista está orgulloso de mí, H también, pero sobre todo el Edwin del 8 de diciembre del 2019, a ese es al que voy a ver mañana, al que no le tenía(n) miedo.
Mérida, Yucatán 17 de Agosto 2023. Edwin CQ.
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