Hoy me pregunto si existe un límite en el dolor que puedo resistir, y si el dolor se cura o la cura más bien resulta ser devastadora , como mi departamento, como mi corazón, como mis arrebatos de ira, reflexiono si mis "broken parts" como dice Seinabo Sey se pueden volver a unir o si como la porcelana que rompí, se rompió para siempre, así de delicados somos que si nos rompemos en un momentito de locura azotando porcelana negra, nos rompemos para siempre, me río sarcásticamente al recordar una absurda publicidad mía, más bien de mi negocio, el imperio que alguna vez siendo un hombre diferente construí, no bajo mis propios ideales, sino por otros, y me divierto recordando como en esa publicidad rezaba "los límites no existen" , bueno pequeño Edwin soñador , hoy los límites si existen, los límites de tu dolor los estás a punto de encontrar y cala hasta los huesos cada fibra de tu ser como se estremece y parece no poder más, esto es el dolor, la locura de la que hablaba Styron y la intensa desesperanza que hizo a Sylvia Plath morir replicando su angustia dentro de su cabeza en el horno. Aquí, está llegando el punto de la acción, una vez más, o me muevo a intentar salirme de esto o la angustia, desesperanza y tristeza seguirá in crescendo hasta devorarme, ya varias noches ha estado a punto de engullirme por completo, puedo paliar el dolor, como un adolescente que escapa de su realidad encerrado en el gimnasio, en el ejercicio, de paso buscar un compañero para usarlo al no sentirme tan solo (ya tuve mi época de intensidad atlética y no funcionó), con el alcohol (viejo amigo que conozco muy bien) el sexo (otro placebo que hace sacar una faceta muy interesante mía ) o los recientes antidepresivos que en un arrebato de de fortaleza los suspendí pues estaban empeorándome, hay que recordar que muchos psiquiatras terminan matando a sus pacientes, en fin, todos estos métodos, muy interesantes, pero que te dejan igual o más vacío que como empezaste, paliar el dolor, no es la solución que necesito, al final, el mismo sigue latente y haciéndose más y más fuerte, pero para enfrentar al dolor, requiero muchos huevos, en la despedida si algo me enseñaron A y S, es que fuerte sí soy, para haberlos sobrevivido es que sí, confirmo, lo soy. ¿Qué sigue?, ¿ Encerrarme en un psiquiátrico como Styron, Carrere, Plath y todos ellos ? No lo creo, mis electrochoques son mis sesiones intensas de sexo, ya ayer me hicieron llorar y tener una violenta regresión (una más), mis médicos y hospitales son mis hoteles de lujo, me acogen al igual que al desamparado y me resultan más económicos, mi medicamento es la escritura, y mi terapia es mi psicoanalista, lejano y cortante pero cercano aún así, contradictorio, necesito salvarme, pero nadie va a llegar a salvarme, ¿que quiere mi subconsciente? supongo libertad, escapar del lugar de donde el mismo y el consciente se encuentran en eterna batalla para darles, otorgarles un poco de paz y lograr hacer metamorfosis, no se puede "encontrar" uno a sí mismo, uno se construye a uno mismo, pero en un lugar tan devastado como mi departamento, Centro Sur, Querétaro, no existe ya paz, un nuevo acto comienza al escribir estas entrada , espero lograrlo, sean estas páginas testigos de lo que resulte. Querétaro, Qro, 28 de Agosto 2023. Edwin CQ.
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