Me atrae el dolor, y hoy sobre todo, pienso en el arte de causar dolor, y sus agentes causales, como la enfermedad, la pérdida, el duelo, la tristeza, me levanto empoderado o más bien, pseudoempoderado, pensando que mi poder reside en la coerción y reflexiono que aún estoy a tiempo de causar dolor, no el físico (eso es para débiles) sino, el que viene acompañado de una llamada, de una demostración de poder, de destrucción de oportunidades , de futuros, de sueños, de vida.
Sí, tengo el poder de hacerlo, una vez más, así como todos los rivales que sí pude separar y después los destruí, los dejé sumidos en su dolor y miseria, responder al dolor con más dolor, en eso soy experto, en el arte coercitivo de causar dolor y responder mi desgracia con más desgracia, elevarla a la enésima potencia y crear una función exponencial de lamentaciones, tragedia y horror. El cásico "no nos metemos con Edwin porque es peligroso", o "si te metes con Edwin te va a destruir después", que lamentable que mi peligro y mi pseudopoder residan en la capacidad de destrucción.
Intenso, alguna vez llega el punto de inflexión en nuestra vida, ¿o debería de llamarle el punto crítico? de esos que analizas y pruebas los signos más y menos y ves si la función es creciente o decreciente, sí, creo que estoy en un punto crítico, tantos he enseñado y visto en el pizarrón, de hecho, me gusta bastante resolverlos los considero una aplicación bastante simple y sencilla de la derivada pero llena de construcciones para después aplicarlos en problemas más interesantes, ¿ qué pienso del punto crítico de mi vida? bueno, que puedo apuntar a lo que siempre hago con el dolor, supongo que si analizo el punto crítico y evalúo la función con dolor, obtendré más de lo mismo, una función decreciente de infortunio y desesperanza, claro que se sentirá bien, me causará un placer superficial, banal, efímero, muy muy breve, ¿y después?, veo que al evaluar la función tiende hacia mi propia desventura y luego a sentirme más desgraciado, por una vez más causar destrucción.
Muy convenientemente recuerdo el punto crítico en la vida de Anakin, el suyo fue decidir matar a Mace Windu, destruir el templo Jedi, corromperse con Palpatine, responder como toda su vida le fue enseñado, violencia con más violencia, los guerreros de la paz (jedi) se volvieron destructores, generadores de más violencia, representando lo mismo que juraron destruir, ¿Y Anakin? Al final no pudo dejar ir, soltar, y en su obsesión por aferrarse a la vida, terminó acercándose a la muerte, la muerte en vida, el dolor de la armadura y ser víctima de sus propias decisiones, todas las noches, sintiendo en su viva piel las laceraciones del mismo dolor que causó. Siempre he admirado su personaje, me fascinan las similitudes, pero hoy, creo que puedo elegir mi camino en el punto crítico, la muerte en vida (Darth Vader) la función decreciente con muchas dosis de dolor, o escoger la incertidumbre.
El desconocimiento de lo que existe más allá de nuestras creencias limitantes y de lo que estamos configurados para causar es aterrador, pero cada vez me siento más agotado para repetir los mismos patrones, he de decir que sueño con hacer justicia por mis propios medios y estabilizar la situación, el consuelo de que habrá una fuerza externa que al final juzgará y se encargará de traer justicia se me hace una idea absurda, al igual que mis ideas de justicia divina, en general el nacimiento de más violencia y más dolor creo que siempre es absurdo, sin embargo al ser algo familiar lo abrazaba pues me brindaba consuelo, hoy creo que decido apuntar al desconocimiento, a la función que no se a donde me llevará, no se si es porque estoy sumamente agotado, por no querer generar más vínculos de odio, por rebelión a lo aprendido, o porque ya no quiero parecerme más a Darth Vader, ¿Qué hubiera pasado si Anakin Skywalker hubiera superado con éxito ese punto crítico?, me inclino a averiguarlo.
17 de Septiembre del 2023, Querétaro, Qro.
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