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Foto del escritorEdwin CQ

Cierres inconclusos.

Me atraen los cierres, aunque nunca los puedo encontrar, soy incapaz de cerrar la puerta porque siempre la dejo entreabierta, un recuerdo doloroso al pasado, agarrarme con fuerza al presente, una mirada al futuro o una metamorfosis, aún así, los busco encarecidamente. La tragedia de Plath me resulta sumamente interesante, o quizá morbosa, curiosa, aspiracional, tenebrosa, electrizante, es innegable que cuándo alguien toma la decisión de cerrar el ciclo y de finalmente cerrar la puerta y de irse de este mundo deja una devastación masiva detrás suya, inconmensurable, me estremezco al pensar que Hughes no tenía la culpa y que no merecía los gritos que le lanzaban día tras día en cada una de sus conferencias, "asesino" rezaban, quizá porque yo conozco la culpa muy bien puedo empatizar con ella, probablemente por ello decidí escribirle una carta, a A, y en una acción más valiente, enviarla, claro, porque puedes escribir sin enviar pero; ¿De qué sirve eso? Fragmentos de la bomba flotan desde entonces, además de silencio y angustia, no puedo hablar más de la reacción envalentonada y esperada, no hubo más de lo esperado, asumir la culpa, para liberarlo de la culpa, y por ende cerrar el ciclo infinito de dolor, ¿busco paz?, ¿la encontró el? ¿la encontré yo? y más que nada ¿ya está cerrado, o la puerta está entreabierta? Un diálogo pertenece a dos, pero una carta a uno, y al no haber respuesta la carta pertenece en completo a su autor, es por eso que la cuelgo aquí, aunque su contenido cale hasta los huesos y me deje al descubierto, desnudo ya estoy, me permito una sola corrección del texto, puesto que su contenido debe leerse tal cuál como se escribió (así con sus errores) pues así es como duele, una sola contradicción; ¿Si me odio a mí mismo, como puedo amarlo? Bueno, la carta está hecha para que si se tuercen las cosas el público no le reclame como a Hughes, y no piensen que él fue el malo, ¿amor, locura, pendejada?, no veo mucha diferencia entre los 3.

Sylvia Plath le escribía a Ted Hughes en el transcurso de la fatalidad de su desenlace yo no quiero terminar como Plath, quizá si Plath no hubiera ido con un psiquiatra y se hubiera atrevido no solo a paliar su dolor, sino a enfrentarlo, su tragedia hubiera sido diferente, quizá si Hughes no hubiera sido tan tajante con ella , las cosas hubieran sido distintas, ambos se equivocaron, yo solo sé que soy más fuerte o quizá más débil que Plath (ya que cuando la locura me consume no me atrevo a su desenlace), y solo sé que quiero escribirte, ese derecho al menos, no se me ha arrebatado.


Escribo mucho de mi dolor

últimamente para el público, no solo para mí

a veces me ayuda, a veces me destroza más,

las revistas me aplauden lo que escribo,

en mi blog, mis conocidos se escandalizan,

los desconocidos se enardecen y su

ego se enriquece, se envalentona

a mi alma le atormenta cada vez más,

llegar a la perfección, de qué manera

¿séra de forma terrenal o de otra forma?

te sigo viendo, no solo como fantasma,

danzando en las noches, esperándome,

comiendo galletitas, cenando en tu lugar,

en los momentos carnales, no son los chicos

eres tú, solo les cambio la cara a los demás

extraño tu, tu eras todo, tus brazos, tus piernas,

tu mirada, esa flashcard de anki que jamás

encontrarás y perdida quedó en el espacio,

perdimos la batalla de emanciparnos,

¿cómo la íbamos a ganar cuando nos

fundimos nosotros mismos desde un inicio? dos almas atormentadas afines en su tormento y me hundí, contigo, creí que podía levantarme

pero me hundí, cada vez más y más hondo,

mientras luchaba por salvarme, caía en una locura, en una especie de oscuridad, no se si transitoria,

lo que sí, infinitamente dolorosa, aderezada de sonrisas, besitos, abrazos, de tu inmenso cariño; el cuál, no fue suficiente para levantarnos, porque, si no logramos liberarnos de nuestras propias ataduras al atarnos nosotros mismos nos hundimos en la profundidad de un mar de lamentaciones, vicios y oscuridad, te di las herramientas para destruirme, para dejarme hundido en el más profundo dolor en la más tenebrosa oscuridad, claro y asertivo te dije, "suelta mi mano" y me destruirás y eso hiciste con una mirada de tristeza y odio eso fue el último recuerdo que mis ojos tienen de tí, el contraste, tus ojitos preciosos llenos de ilusión ese ocho de diciembre, y tus ojos con odio y determinación, emancipados, atados, odiándome, dejándome, aún me persiguen aún están conmigo en mis pesadillas, aún no me dejan dormir, y claro, no te culpo, ¿Quién no me iba a odiar después de esa locura? presenciar el pico de locura de un alma atormentada, porcelana negra, vidrio destruido, corazones rotos, un alma rota como la mía, quién podría no odiarla

no dejarla, eso era imposible, no te culpo, salir de ahí, era fundamental, tenías que hacerlo, aunque me destruyeras, aunque salieras exactamente como te dije que no lo hicieras y clavaras en mi corazón, la más dura de las dagas, y todo por mi culpa, por mi locura, ¿Qué pasó después? mar de lágrimas, no poder continuar traté de agarrarme al odio, hacer una metamorfosis, convertirme en Anakin, otra vez en su versión más oscura gritar como Darth Vader, y al no comprender el mundo, intentar lanzarme, pero soy tan débil que no he podido así que ahí viene , la mochila, apoyarme en la ira, el odio no funcionó, estoy cansado, agotado, fatigado y me di cuenta que; no te odio, me odio a mí mismo, y no puedo apoyarme en eso, porque se resquebraja, y todos los días me rompo más y más, me odio a mí mismo porque no pude construir algo contigo, y por muchas cosas más, la lista se volvería interminable,

y no vengo aquí a lamentarme, no se trata de eso, ya para eso tengo el espacio,

aún sueño con nosotros,

con el nido

con el futuro

debería de dejar de soñar ¿no?

pero te escribo para que sepas

que tu no fuiste el malo

ambos nos equivocamos y

nos apartamos

en nuestras propias luchas de libertad

hoy te escribo en mi terraza

siempre pensando en lanzarme, eso

no deja de estar en mi mente,

todos los días

todo el tiempo

todas los segundos

no es un "según"

es una realidad

la diferencia es lo que hacemos

con esos pensamientos

y me enseñaste que soy fuerte

y hoy decido que soy fuerte

para lanzarme a algo más

a otro tipo de metamorfosis

no la que siempre he tomado cuando me duele, aún me gustaría que nos juráramos una segunda oportunidad, pero sé que en medio de mi locura en medio de este dolor no va a funcionar de hecho, no se si voy a lograrlo y recuerdo que esa vez que por llamada te terminé no fue realmente porque no "vinieras a verme" fue porque no quería arrastrarte a mi locura y al final te terminé arrastrando aún me gustaría verte y despedirme antes de mi metamorfosis me gustaría escuchar "tranquilo" tomar tu mano, ver tus ojos y no ver odio, una despedida que no sea tajante una sonrisa como la que escribí , como la que vi en Thompson Zihua, me gustaría tener paz, al menos eso merezco, pero la vida no nos da lo que merecemos, sean testigos estas páginas que fue mi locura y no fuiste tú lo que te apartó de mi te amo

A Edwin.

Querétaro, Qro, 30-31 de Agosto del 2023. Edwin CQ.




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