Debería de estar empacando, pero, como todo actualmente, eso también puede esperar, en su lugar, me refugio en mi esquina de escritura de la terraza con una ligera, muy pequeña, dosis de Glenffidich, fino, elegante, mantequilloso y pendejoso, como yo, aún así no tomo mucho, solo lo suficiente para relajarme, porque al parecer estoy demasiado nervioso. No creo que pueda escribir, se vienen días movidos y he llenado mi agenda miércoles a viernes de visitas a tantas propiedades que me abruman, buscando la salvación en un departamento que me haga conectar ¿con qué? que me haga sentir ¿qué? , pasan y pasan los días y no dejan de llegar más y más opciones, es enloquecedor, como yo todo el fin de semana. Me pregunto que le diré a mi analista mañana, el reencuentro llega al fin, nunca valoro previamente lo que voy a decirle, porque esa es una de las reglas más preciadas del análisis, solo hablamos de lo primero que se venga a la mente, porque el subconsciente así trabaja, o así se supone que trabaja, mientras más tiempo estudias psicoanálisis te das cuenta que menos sabes del tema, que más ignorante te vuelves. Como sea, hoy pienso hacer trampa y quizá reflexionar qué chingados le voy a decir mañana, ¿Le voy a contar el reverendo cagadero que hice el fin de semana? Porque es como un legato, una ligadura de unión que empieza el viernes a las 9 de la noche y culmina hoy lunes, en la madrugada como a las 2 de la mañana, la melodía desastrosa. ¿Qué me dirá? Será prudente analizar cada nota, cada compás, cada una de mis decisiones, que me llevaron al desastre. Puedo imaginar su reacción y anticipar que fuera del análisis al que lleguemos me dirá. Bueno, lo más importante es que ¿Sobreviviste, o no?
Algunos se van de fiesta, otros se ponen borrachos, otros se refugian en sus placebos, yo hago ligaduras de unión de desastres incuantificables, fines de semana que ya son gobernados por el subconsciente y que se vuelven realmente "un cagadero" , aún quiero enfrentarme a mí mismo y con el acompañamiento de mi psicoanalista preguntarme ¿Qué pasó en el inicio de este fin de semana de "cagadero" cuando apagué mi cerebro y se quedó solo sin censura y sin control? ¿Eso soy al final del día, solo dolor, tristeza? He llorado acompañado, con mi mejor amigo, he sentido ese sentimiento de duelo, tristeza, abandono, angustia, pesar, melancolía, sufrimiento, sin embargo, nunca como este 1° de septiembre, apagar mi cerebro por completo y sentir el dolor, sin censura, solo, sin control, sin poder frenarlo, quizá eso fue enfrentarme a mí mismo, a lo que hay al final, un abismo de profundidades inconmensurables. Aún así, a pesar del cagadero épico de este fin de semana, estoy orgulloso, como mencioné en el Diálogo, a pesar de todo no respondí con odio, y no me hubiera juzgado, el dolor que sentí me hubiera impulsado a ello, pero ya aprendí que el odio me hace hundirme más en en mi dolor, hay frases que alguien me ha dicho y me persiguen todo el tiempo, como; "Edwin, tú realmente a veces no eres poderoso, solo tienes los medios para hacer que las personas sufran el mismo dolor que ellos te hicieron sentir, eso no es poder", o " A veces el mayor poder es no responder de la misma forma que respondieron contigo", o una que está grabadísima en mi mente y con la que desperté el día de hoy: " Me voy de tu casa no porque no te quiera, al contrario, me voy porque estás dispuesto a darme todo, lo que yo quiera, para que no me vaya y te deje solo, y eso simplemente es suficiente para que hacer que te deje, ten cuidado cuando llegue alguien que acepte esto con tal de destruirte" Hoy pienso en el abandono, en todos los que se han ido, y que quizá es tiempo que al final, yo me vaya, porque yo siempre quedo aquí, quizá es tiempo de abandonar yo, por primera vez. Querétaro, Qro. 4 septiembre del 2023. Edwin CQ
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