El rival.

Bienvenido adversario,

te sentí desde el lobby, creo desde antes de llegar,

ya hace mucho tiempo que vienes y vas,

pero últimamente te has instalado permanentemente,

deberías de pagar renta, pero eres incorpóreo, amorfo,

y sumamente poderoso, más poderoso que yo,

te saludo y te doy la bienvenida, ya me rindo al asustarte,

te invito a quedarte, a pasar la noche, porque sé que a eso vienes,

es más, ni siquiera me pongo cómodo, permanezco con la misma ropa,

limpio la mesa barata del exterior, la seco, y dispongo una silla,

¿debería de disponer dos querido adversario?

¿puedes sentarte?, ¿sabes jugar el stratego? ,¿el ajedrez?

cómo sea, pongo café, porque sé que esto va a tardar

no muy cargado, lo suficiente para hacer sostenible tu presencia, y aquí estoy, solo frente a ti, te escucho. He tenido otros rivales a lo largo de mi vida, abogados, licenciados, maestros, doctores, militares, de todo un poco, me han asustado, me han amedrentado, pero nunca como tú, quizá estoy equivocado del escenario y debería de colocar la mesa frente al espejo, mis otros adversarios vinieron a quitarme todo, pero tu vienes con otras intenciones,

tu te deslizas sigilosamente, pero atacas y muerdes duro, y no ocultas tu propósito, sé que vienes a matarme,

y en este juego; ¿Quién se rendirá primero?

Nunca me he enfrentado a una batalla de la vida y la muerte, es mi primera vez y confieso adversario, que cada vez me importa menos,

sé que te nutres de mi desesperación y que ante mi flaqueza, te vuelves más fuerte,

creo que ese es tu fin, tu objetivo destruirnos poco a poco desde adentro,

hacer que olvidemos quienes somos, quienes fuimos, y dejarnos solos,

para destruirnos y aniquilarnos cuando ya no queremos vivir,

melancolía.

Lo confieso, se me antoja lo que me susurras en este momento,

es sumamente apetecible, aterrador pero acogedor,

me pregunto por qué no hemos podido alejarte,

porque lo he intentado y aún sigues aquí, paciente, esperando destruirme,

quizás algunas personas debamos ser destruidas,

o más bien, enfrentarnos a ti, querido adversario para lo que sigue,

¿ y qué sigue? , ¿ qué sigue después de ti?, ¿ hay algo más?

no muchos sobreviven a ti, sobre todo cuándo ya estás así,

así de cerca, así de instalado, así de encausado,

¿se puede sobrevivir a la carga del anillo, como Frodo?,

sé lo que existió antes de ti, pero, no sé lo que existe después,

quizá haya que pedirte una segunda oportunidad,

porque el maestro de las segundas oportunidades soy yo,

y querido adversario hoy te la pido, en esta noche lluviosa y oscura,

fría porque estás aquí hablándome al oído, intenso como siempre,

para y deja que tome la fortaleza,

para hacer historia,

no la historia de un final,

sino la de una metamorfosis

para un nuevo inicio,

eso es lo que al menos me merezco,

después de todo,

así que , adversario,

toma tus cosas por hoy

y déjame dormir solo en mi soledad,

ya me quitaste todo,

no me quites la oportunidad de hacer historia.

Querétaro, Qro. 31 de agosto del 2023. Edwin CQ.